Ni el Gobierno ni ECOGAS, la distribuidora de Gas Cuyana, no tiene en sus planes de inversión realizar la obra de ampliación del Gasoducto que permita abastecer a más de 20.000 usuarios, en espera que seguirán condenados a la garrafa. Cuando la tarifa era baja, esa era la excusa para no invertir. Ahora con tarifas, que se han ajustado en más de un 600% tampoco. ¿ Quién resuelve? ¿ Donde está el Enargas? ¿ Donde están los representantes de los usuarios, o sea la política? Mucho ruido pocas nueces.